BAILANDO CON EL TELETUBI MORADO
Despues de 72 horas de haber experimentado este suceso, no puedo dejar de impresionarme, asombrame, reir en mis interiores y sonreir...
Narración de un Viernes 31 de Octubre.
Pues desperté en un día nublado de Halloween. Todo marchaba normal: me tome una ducha, me vestí, desayune, fui a la escuela...etc. Después de concluir con mis obligaciones académicas, en el camino a casa, al son de la canción de Coldplay “Lost”, estuve pensando en lo que iba hacer esa noche, a los lugares que podría ir, las caras que podría ver, las chavas que podría conocer; pero lo mas importante... COMO ME IBA A DISFRAZAR??
Supe que mis ex-compañeros del CETYS andaban con la idea de ir a un party de su escuela, pero al consultar mi cochito ($), no pude completar los 70 pesos de cover necesarios para disfrutar de su velada L.
Entonces no pude ir a esa fiesta, pero eso no me freno el deseo de disfrazarme aún. El deseo de disfrutar de mi hermosa ciudad a mi hora favorita (la noche) en un día tan especial como es Halloween.
Traía lo suficente como para comprarme una chela en la plaza o algo por el estilo. Asi que decidi hacerle de Tom Cruise en "Eyes Wide Shut" y pasearme, yo solo, por Tijuana en noche de brujas.
Era la 1 pm cuando fui a entrenar al gym. Y, en una de esas sesiones de estiramiento inicial de mi tullido cuerpo, me llego un rayito. Un foquito se prendió, una idea de cómo me iba a disfrazar... ME DISFRAZARE DE MUJER. Inmediatamente empeze a trabajar la pierna, la nalga y a correr, con la conciencia de que tal vez tendría que presumir mis atributos.
Siempre he querido disfrazarme de mujer. Dentro de la incomodidad de la ropa, es divertido, un ritual, y todo un juego el hecho de la media, que la falda, que el maquillaje, que el sosten... etc.
En mis tiempos pre-adolescenticos, siempre había fantaseado en vestirme de mujer, entrar a un vestidor y darme un taco de ojo. Era mi oportunidad, de cumplir esa fantasía que ya traía tiempo, esta era la noche... era la noche donde todo se valía.
Pero como disimular mi cuerpo masculino marcado por dos años de entrenamiento de pesas? Lo estuve pensando y llegue a esta conclusión: Me disfrazaré de Mimo, pero en mujer. El concepto me cayo como anillo al dedo, con el antecedente teatral que tengo, me acorde de mi ex - compañera del CAEN Yamel, que una vez se disfrazo de Mimo. Así podré usar un gorrito, para que no se me vea el pelo corto, me pintare el rostro de blanco para disimular mis facciones masculinas.
Al principio quise usar un leotardo negro pegadito, pero al no poder conseguirlo, tuve que improvisar. Asalte la secadora y encontre unos pescadores de mi hermana, un sosten y una blusa spandex blanca. Me compre unos globos blancos en la papelería de la esquina, los llene de agua y con eso ya tenia mis senos. Los disimulaba perfectamente: el peso, el volumen y hasta la forma en que se zangolotean al caminar.
Ya lo tenia practicamente. Me medí mi disfraz en la privacidad de mi cuarto, pero me faltaba algo... como fregados iba a disimular mi cadera? Las mujeres tienen cadera por naturaleza, su figura es de violín y la de nosotros de tubo recto. Como fregados le iba a hacer? Tuve que hacer un cambio: En vez de Mimo clásico de leotardo negro, tuve que cambiar a Mimo de la calle, poniéndome un liso suéter de pants gris que me llegaba a la cadera. Con eso logre tapar mi cadera recta , y con el curveado de mis senos postizos, da la sensación de curva femenina. Perfecto!, dije. Hasta mas original se me hacia la cosa.
Todo estaba listo y en su posición: Ya me había bañado (en el baño saben que hice?, así de lejos llegue con mi plan: Con la conciencia de que iba a enseñar pierna con los pescadores, hice lo inevitable... ME RAZURE LAS PIERNAS, bueno... solo media pantorrilla... no se siente tan mal, eh? ;) ), como decia... ya me había vestido, por mientras, como chico normal para salir de mi casa en paz. Solamente faltaba decirles una “verdad modificada a mi conveniencia” (una mentirita santa), a mis Padres, sobre donde iba a ir.
Yo les dije que iba a ir por ahí a un party de la escuela, que estaba cerquitas. Y, como tenia un examen la mañana siguiente (si... en sábado. Que hueva, no?), les dije que me iba a devolver temprano. Con eso, mas que suficiente fue para que me dejasen libre.
Como no podía salirme vestido de mujer desde mi casa; el plan era traer los pescadores ya puestos por debajo de los pantalones, y lo de arriba lo tendría en una maleta para ponérmelo después. Y dicho y hecho, anduve por toda mi colonia buscando una esquina que estuviera oscura para vestirme y ponerme todo. Por fin, cercas de Plaza Patria, encontré un estacionamiento oscuuuro, oscuuuro. Entonces ahí pude quitarme mi playera, abrir mi maletita, y... lo primero que me puse fue el brassiere.
A mondrigo brassiere, como tuve dificultad en ponérmelo. Es verdaderamente un arte el atinarle a los chingados ganchos que tienen por ahí atras. Ya puesto el brassiere (me veia bien chula, hay!... jeje), saque los “aqua senos” y me los coloque en donde se supone que iría el seno de la mujer. Me puse mi blusita blanca de spandex encima, mi suéter y listo: figura femenina (al menos arriba), al instante!. Tocaba entonces el maquillaje.
Prendí las luces del interior del carro para maquillarme con el espejo retrovisor ( como muchas chavas lo hacen ; ) ), con una pintura espolvoreada media mojadita blanca, logre entonces maquillar mi fabuloso rostro de mujer (inclusive esa pintura me ayudo a enchinar mis pestañas). Como no poseía mas maquillaje para las sombras en los ojos y el delineado de la ceja, así lo deje: blanco con pestañas enchinadas.
Me puse mi gorrito azul y listo!. Solo faltaba quitarme mi “livais”. Para eso tuve que salir de mi carro y quitármelo en plena vía pública. Imagínense los que pudieron estarme viendo... el solo hecho de observar como una disque mujer se quitaba unos “livais” masculinos, para nomas andar en pescadores. Para zapatos, use unos tenis míos unisex.
Ahora solo faltaba caminar la ciudad con mi “nuevo look.
Ya vestido completamente de mujer, tome mi carro y empeze a manejar. El destino, por ahorita, era la Plaza Río. Debo decir que la primera impresión de andar en vía publica vestido de mujer, fue un sentimiento de adrenalina chingonsísimo. La gente nomas se me quedaba viendo en los semáforos.
Una caminada en la Plaza Río sería mi primera prueba. Entre, me estacione, y, al apagar el carro, voltee para mi lado derecho, teniendo la sorpresa de una chava que estaba entrando a su carro. Yo: “Uuum, shit”. Se quedo buen rato. Se supone que se iba ir, pero se quedo buen rato. Alrrato supe que la razón por la cual se quedo tanto rato fue porque andaba cotorreando con su girlfriend en el Nextel.
Por fin se retiro, y yo abrí la puerta de mi carro. Al sacar el primer pie (rasurado a la perfección... auush!), tome un bonche de aire y salí por completo. Había poca gente en la Plaza, pero había. Inmediatamente empezaron las miradas. Quien sabe si las miradas fueron a causa de que me habían descubierto, o que simplemente les impresionaba ver un rostro pintado de blanco.
Le di toda una vuelta y me enfade. Qué fregados iba a hacer nomas caminando en una Plaza? En ese momento fue, cuando realmente vino la prueba de fuego.
LA PLAZA!, me dije. Iremos a “La Plaza”. Inicié camino en dirección a la Plaza y justo antes de llegar, una vocecita dentro de mi me detuvo: “Perate wey, piensa bien en lo que vas a hacer. La Plaza es un lugar muy frecuentado por nuestras amistades, mas de uno nos lo vamos a encontrar allí, qué tal si alguien te reconoce?, uttaaa mano la carrillota de por vida que te espera... y esperate!, imaginate que te reconozca un familiar nuestro!, los pinches tíos, ya vez como son de carrilludos. Es tu decisión”.
Tu crees que le hice caso a esa molesta vocecita? NI MADRES!. Fui por lo bueno. Me arme de valor y camine rumbo a la entrada de la plaza.
Entre por donde esta la fuente, y lo primero que vi fueron... mujeres. Muchas mujeres, muy sexis, muy deseables, con falditas cortiiitas cortiiitas, ellas si que tienen buenas piernas. Inmediatamente pude percibir las pesadas miradas dirigidas a mi. Le di toda una vuelta terminando por el CHEZ (Lugar muy frecuentado por mi, de hecho. Así que imagínense mi ansiedad). Al ya cumplir con mi reto personal de la vuelta en la Plaza. Vi mi reloj: eran las 11 pm, todavía la noche era joven.
Ya me había aburrido de La Plaza, y ni loco iba a entrar al CHEZ para tomarme una chela (me iban a pedir mi identificación y que iba a enseñar?).
Estuve pensando arduamente en que hacer. Era temprano, no quería ya regresar a mi casa. Mientras permanecía en mi carro pensando, a un lado de mi paso un carro. Ese carro traía las ventanas abiertas con una melodía que me prendió un focote. Estaban pasando la canción: Gay Bar (el coro va algo así: “I want to take you to a Gay Bar, Gay Bar!”).
EUREKA!, porque no?! Ir a un bar gay! Ya sabía de la existencia de uno, y su ubicación (justo a enfrente de la salida, de esa que tomas a pie, de EU a Tijuana). Por fin iba a poder estar a gusto con mi disfraz, pues contaba con que mas de dos gays iban a estar vestidos como mujer (ujule mano!, como tuve razón!) El antro se llama Extasis. Pues no me quedaba de otra mas que hacer partida para alla.
Por fin llegue, me estacione y camine rumbo al bonche de gente que figuraba una fila para entrar. En la fila solo había hombres, hubo como uno que estaba vestido de mujer, o era mujer (creo que era drag queen). La cola, hasta eso, estuvo sorprendentemente corta. Atrás de mi estaba un chavo que se veía que levantaba pesas, con un traje muy curioso de uno de los gatos de CATS. Fregonsísimo disfraz. En la entrada hicieron su rutina inspección y, firmando un cuadernito a petición de la señora de la entrada (no cobraban cover), ya pude subir las escaleras para entrar.
Los primeros instantes que pude contemplar al entrar a ese lugar, por siempre quedara grabado en mi memoria. Llegue y lo primero que note fue que estaba en un segundo piso, con un bailarín bieeeeeen mamado (muy calote), bailando (duh) en una tanga. A continuación empeze a procesar las imágenes, que poco a poco iba recibiendo, de la masa de gente que parecía ser un solo ente bailando chingonsísimamente alegre, en la pista central de abajo. No manches, la imagen era como si contemplar un inmenso cuadro surrealista bien chingón (que pinche Salvador Dalí ni que la fregada, esto era de verdad) Había muchos hombres... MUCHOS!. Algunos disfrazados, algunos no, algunos operados, algunos vestidos de mujeres... en fin; era todo un revoltijo de géneros. Mi pupila no lo podía aguantar. Pude ver disfraces de diablos que consistían en un simple calzon rojo, una capita roja y cuernos... y ya!, nada encima, pechos descubiertos. Habían “dones”, gordísimos pero gordisisímos, que andaban vestidos de mujer (de plano a quien querían engañar con semejantes brazotes).
Si pude alcanzar a ver mujeres en el monton. Los había, poquitas, pero los había. Había una “disque mujer” (que al principio pense que era una mujer de verdad), que se me hizo tan curiosita: una cadera hermosa, unos brazos delgados, un cabello dorado... facciones finísimas, ojos azules, labios frondosos... hermosa la “disque chava”. Pero al observarla bien, no tenia busto, pude entonces concluir que se trataba de un hombre. PERO QUE BONITA SE VEIA!!
Después de dar varias vueltas y de estacionarme en lugares para observar a las pocas mujeres autenticas que había (porque inclusive había lesbianas), me llamo la atención unas chavas que, vestidas de “Ragady Andy” y “Ragady Anne”, se mantenían observando, con sus manos en sus respectivos traseros, juntas viendo el despapalle de baile que habia en la pista. Me cayeron bien, se veían buena onda. No se veían como típicas lesbianas salvajes.
Cuando trate de bailar, solo, el ritmo me llegaba muy despacio. Poco a poco me venía creciendo hasta que llegue al punto donde mi cadera se movía en direcciones constantes. Todavía con una pena y estupefacción de la fregada por lo que estaba observando, pero me movía.En una de esas que me dan unas leves ganas de ir al baño. Otro foquito se prendió: iremos al baño y chance y me meta al de mujeres.
Dicho y hecho, al dirijirme a los baños había un enorme tráfico de salidas y entradas. Alcanze a distinguir la monita de falda en la puerta del baño, y sin dudarlo, abrí la puerta y entre. Al entrar, fácil vi como a 3 mujeres por el espejo, creo que incluyendo la doña que lo atendia por propina. Dos escusados estaban ocupados y uno estaba abierto. Inmediatamente pude notar que todas las miradas se dirigían hacia a mi, con una expresión de signo de admiración (¡), pero silencioso. No pude aguantarlo y rápidamente me encerre en un escusado. Ahí hice lo que vine a hacer, pero no me marche luego luego, me quede ahí un ratito para saber lo que podia ver.
Nada... nada en lo absoluto, solo figuras de mujeres entrando y saliendo, bajo la pálida luz de un foco que iluminaba ese pequeño baño.
Me enfade. Le baje a la palanca, abrí la puerta del escusado y me salí. Ya ni las miradas de las mujeres me moleste en ver.
Empeze a darle una vueltas, por arriba en el segundo piso, y unas cuantas abajo en la pista. Me tome dos chelas (lo que pudo alcanzarme) Y, mientras me la tomaba, pude observar hombres en pleno calor de labios a todo lo que da. Pude observar mas “disque mujeres” muuy bonitas, en trajes que en una mujer normal me quedaría completamente estupefacto.
***(lo siguiente fue basado en una escena que observe en un balcon... lo siguiente es invención mía... es ficción. NO SUCEDIO)***
Uno estaba operado pero muy bien. Traia un bikini negro, senos tapados con un diminuto triangulito, (que al ser zangoloteados, botaban muy curiosamente), una capa de seda oscura, una mascara de carnaval y un rostro que, guiñando un ojo casi, jurarias que fuera de mujer... de una mujer hermosa.
Como tuve que pasar por a un lado de “ella” (era hombre claramente), pues no había otro camino, pude observarla mas de cerca: Estaba hermosa, y gracias a un mesero que me paso por un lado rápidamente justo cuando me encontraba con ella a un lado, me tropeze y cai topándome con ella. Me rozo toda su realistica cirugía en lo que fue el cuello y la parte superior del pecho, y “ella” con sus fuertes manos me cacho para no caerme. Hasta eso, su escasamente cubierto pecho, estaba bien calientito, muy sedosito, muy rico, y desprendía un olor sabroso que vino a hacer una revolución a mis sentidos.
Me dijo: “Aguas muchacho, que no queremos accidentes aquí”. Me ayudo a enderezarme y, en una de esas, yo creo se desquito el tambien por lo de su pecho, me vino tocado mi trasero, con un lijero y breve pellizcon de mano entera! Me saque de onda un poquito, pero extrañamente me sentí un poco exitado, al estar engañado visualmente por una “disque” mujer con un cuerpazo casi al descubierto frente a mi.
Yo le dije con voz normal: “Como sabes que soy hombre?” “Ay muchacho, como crees disimular ese cuerpo tan marcado que tienes?, mejor quitate el suéter”
Pues como estaba empezando a hacer calor con tanto movimiento a mi alrededor, decidí hacerle caso y me quite mi suéter. Quede con mi blusa blanca y mis senos simulados.
“Como te llamas?” me preguntó, “Eduardo, y tu?”. Acerco sus labios, casi frotando mi oído, y junto con el sensual perfume que emanaba, me respondió “Renata”. Al decirme eso que toma mi cadera. Yo estaba que explotaba por dentro: UN HOMBRE QUE ASEMEJABA ASOMBROSAMENTE UNA MUJER ME ESTABA TIRANDO LA ONDA BIEN CABRON!!
Yo creo que esta chava(o), me estaba vigilando, cuando me le quede viendo antes, cuando estaba decidiendo en si considerarlo mujer u hombre. Pienso que pudo haber interpretado eso como un “yo te gusto”, porque alrrato me dice, con sus manos en mi cadera: “Es la primera vez que vienes aquí?” “Si, de hecho” “Y vienes solo?” “Si, no quise que nadie me acompañara”. En eso que se empieza a acercar mas. Tengan en cuenta que “ella” era un poco mas alta que yo, al acercase puso sus postizidades operadas en frente de mi cara, le faltaba un poco para que nos tocaramos. Nos quedamos en una pausa y ella tomo sus manos y los puso en dirección ahora en su cadera. Pude sentir toda su cintura y parte de su espalda, no manches, estaba bien sedosita. Yo estaba embobado con la hermosa ficción de senos que tenia en mi cara.
Quien sabe porque... como que le atinamos a una nota en común, que no dijimos nada relevante en ese rato (o al menos no lo recuerdo), nos la pasamos bailando, ambos cuerpos pegaditos. En una de esas hasta besos salieron. “Ella” me beso y yo a ella. Junto al ritmo, pude sentir sus ficcionales atributos, mi mano exploro sus sedosas piernas y woaw! Poco a poco empezé a tolerar ese sentimiento. Para poder soportarlo, tuve que considerar lo que estaba sintiendo como un ejercicio de actuación: Era ficción lo que estaba experimentando, era un estímulo ficticio, era yo un personaje de una obra que observo interiormente.
El ritmo sonaba, y a nosotros nos llevaba lejos. Tan lejos, pero tan lejos, que empezo a preocuparme, ella empezó a quererme llevar a una mesa oscura para seguirle fuerte. Ahí fue cuando mi alarmita sono. Me levante velozmente y le dije igualmente de rápido: “Me tengo que ir” Y me fui de ahí.
Lo mas chistoso fue que “ella” se quedo ahí. No me persiguió, ni me grito: “NO TE VALLAS!!”. Unicamente se quedo pacíficamente en ese sillón. Observando como me dirigía para la salida.
El regreso no lo recuerdo detalladamente. Solo sentía las enormes ganas de irme, de largarme, andaba asustado, mi corazón palpitaba a mil por hora. Corrí a mi carro, diciendo a mis interiores: “Hay Cabron!, Oh fuck!, Oh fuck!, no manches!” Lo que hice fue deplano fuera de lo que pude imaginar. En medio de esta oleada de emociones, volví a vestirme en forma normal. No podía ni verme al espejo, para quitarme el maquillaje. Estaba apenado de mi mismo. Como pude traicionar lo que era yo. A mi me gustan las mujeres, siempre me han gustado. Ustedes saben por lo que han leído anteriormente, saben mis gustos en mujeres. De broma he dicho que homosexual no soy, bisexual tal vez, pero homosexual no. Pero era cura, no lo decía en serio.
Finalmente, esa noche, en el camino a casa, al arribar a mi cuarto, al ponerme mis pillamas y al cobijarme, tuve una introspección fuerte conmigo mismo. Pense en lo que pudo haber estado mal en el pasado y sobretodo en este cambiante presente.
Para mantener mi alma en una paz interior, y para poner mi mente quieta, llegue a la conclusión: yo no soy una persona homosexual, nunca lo he sido, soy una persona que admira la belleza. Admiro la belleza en cualquier forma, en todas expresiones, lo admiro como si admirara una obra de arte. Yo amo la belleza.
Esa noche fue una experiencia que me marcará, hasta el punto que yo deje que me marque. No hice nada malo, estoy tranquilo, estoy en paz. No dejare que las opiniones de mis lectores afecten mi manera de ser. Mi romance con la inteligencia y la belleza no será arrebatada por las opiniones exteriores. Es un amor que es mío. En el pasado, ese amor me encontró y me curo cuando estaba vulnerable. Hoy en día me bendició con un receptor sensible para apreciarlo mas. Y ahora que lo tengo nadie me lo quitará.